Para evitar que conejos enanos adquieran miedos o traumas iniciales, la forma de introducirloss en nuestras casas debe ser lo más tranquila posible. Nunca debe entrar por su propio pie, sino que será transportado por un humano hasta su jaula.
Al principio podemos sacar de la jaula la caseta refugio, ya que si no, se esconderá y el periodo de adaptación será más largo.
Durante varios días, no debemos permitirle salir de su jaula y cada vez que nos aproximemos a él, se hará de forma apaciguada, siempre hablándole para que vaya reconociendo nuestras voces y, poco a poco, podemos ir introduciendo la mano en la jaula para acariciarlo. El conejo estará totalmente adaptado cuando no se asuste de las personas y muestre interés por ellas, demandando incluso caricias.
Para que el conejo no nos tenga miedo, es importante aprender a cogerlo desde el principio. Si el conejo ya es adulto, podemos intentar coger a la vez las orejas y el pellejo de la nuca con una mano y colocar rápidamente la otra mano en la zona del vientre. Cuando el conejo es una cría, esta operación es muy complicada, por lo que tan sólo se coge un pellizco del pellejo de la nuca con una mano y con la otra se sujetan el vientre y las patas traseras. Después de estas maniobras, siempre debemos acercarlo a nuestro cuerpo para que se sienta protegido. Nunca se debe coger al animal por las orejas y dejar el cuerpo colgando, ya que podemos partirle el raquis (columna vertebral) o producirle otras lesiones de gravedad.
No es recomendable que nuestro conejo enano viva en libertad en nuestra casa, ya que es muy probable que roa los muebles, las plantas, los cables eléctricos, las paredes, ... Sin embargo, siempre que dispongamos de tiempo para estar con él, debemos sacarlo de la jaula y dejar que explore su entorno.
Muchos conejos enanos, se divertirán corriendo detrás de los pies de alguno de sus amos, lo que puede resultar fatal para él si retrocedemos. Dado que los conejos saltan muy bien, es bastante probable que nuestro conejo enano elija un sillón o una silla para reposar cuando no está en la jaula. Para evitar que se orine en ellos, podemos enseñarle a hacer sus necesidades en un cajón. El aprendizaje es relativamente corto y sencillo. Para acostumbrarle, debemos introducir un cajón con serrín o viruta de madera en el lugar de la jaula en el que hace sus necesidades.
Después de dos o tres semanas, cuando saquemos al conejo de la jaula, debemos colocar el cajón cerca de su lugar preferido de descanso. Es importante que durante el aprendizaje, el cajón contenga muchos excrementos, para que el estímulo sea mayor. Si a pesar de todo, hace sus necesidades fuera del cajón, debemos recoger los excrementos, ponerlos en el cajón y colocar éste en el lugar donde lo ha hecho.
No se debe usar arena para gatos ya que puede roerla y tragársela, lo cual siempre es perjudicial para él.
Al principio podemos sacar de la jaula la caseta refugio, ya que si no, se esconderá y el periodo de adaptación será más largo.
Durante varios días, no debemos permitirle salir de su jaula y cada vez que nos aproximemos a él, se hará de forma apaciguada, siempre hablándole para que vaya reconociendo nuestras voces y, poco a poco, podemos ir introduciendo la mano en la jaula para acariciarlo. El conejo estará totalmente adaptado cuando no se asuste de las personas y muestre interés por ellas, demandando incluso caricias.
Para que el conejo no nos tenga miedo, es importante aprender a cogerlo desde el principio. Si el conejo ya es adulto, podemos intentar coger a la vez las orejas y el pellejo de la nuca con una mano y colocar rápidamente la otra mano en la zona del vientre. Cuando el conejo es una cría, esta operación es muy complicada, por lo que tan sólo se coge un pellizco del pellejo de la nuca con una mano y con la otra se sujetan el vientre y las patas traseras. Después de estas maniobras, siempre debemos acercarlo a nuestro cuerpo para que se sienta protegido. Nunca se debe coger al animal por las orejas y dejar el cuerpo colgando, ya que podemos partirle el raquis (columna vertebral) o producirle otras lesiones de gravedad.
No es recomendable que nuestro conejo enano viva en libertad en nuestra casa, ya que es muy probable que roa los muebles, las plantas, los cables eléctricos, las paredes, ... Sin embargo, siempre que dispongamos de tiempo para estar con él, debemos sacarlo de la jaula y dejar que explore su entorno.
Muchos conejos enanos, se divertirán corriendo detrás de los pies de alguno de sus amos, lo que puede resultar fatal para él si retrocedemos. Dado que los conejos saltan muy bien, es bastante probable que nuestro conejo enano elija un sillón o una silla para reposar cuando no está en la jaula. Para evitar que se orine en ellos, podemos enseñarle a hacer sus necesidades en un cajón. El aprendizaje es relativamente corto y sencillo. Para acostumbrarle, debemos introducir un cajón con serrín o viruta de madera en el lugar de la jaula en el que hace sus necesidades.
Después de dos o tres semanas, cuando saquemos al conejo de la jaula, debemos colocar el cajón cerca de su lugar preferido de descanso. Es importante que durante el aprendizaje, el cajón contenga muchos excrementos, para que el estímulo sea mayor. Si a pesar de todo, hace sus necesidades fuera del cajón, debemos recoger los excrementos, ponerlos en el cajón y colocar éste en el lugar donde lo ha hecho.
No se debe usar arena para gatos ya que puede roerla y tragársela, lo cual siempre es perjudicial para él.
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